Mi medicina estética valora el rostro como un todo donde tiene que existir armonía, proporción y simetría. Por ello, en la primera consulta es esencial hacer un diagnóstico donde valoramos estos 3 niveles que marcarán posteriormente el plan de tratamiento.

• Estructura: se trata de la piedra filosofal del rostro donde se sustenta todo lo demás. Valoramos los compartimentos grasos y óseos que dan soporte al rostro, así como la solidez del mallado de colágeno. El paso del tiempo o nuestra configuración anatómica de serie hacen que la estructura facial sea frágil y poco armónica, por lo que en un plan de tratamiento será prioritario su abordaje.
• Expresión y dinamismo: las personas estamos vivas y no en una foto eterna. Por ello, lo importante es que en movimiento también nos encontremos a gusto con nosotros mismos. A veces encontramos rostros que tienen expresiones de tristeza, enfado o cansancio. Otras veces algunos gestos como mostrar la encía al sonreír nos da un aspecto poco estético,pero sobre todo hace que no nos sintamos cómodos al soltar una carcajada. La medicina estética puede revertir esto.
• Beautificación: imagina un pintor o un escultor realizando los detalles finales de una obra de arte. En la anatomía del rostro hay zonas cuyo objetivo del tratamiento es solo embellecer: diseño de labios, marcar el pómulo, hacer más sutil la nariz, etc

La Medicina Estética que realizamos en consulta tiene como premisa mejorar sin cambiar acompañándote en diferentes etapas de tu vida con el objetivo de crear una belleza que sea tuya, real y auténtica. 

Realizarte tratamientos no implica tener un resultado artificial ya que con nuestra filosofía de trabajo y la tecnología de los productos actuales podemos mantener tu esencia.

El desarrollo tecnológico y científico del ácido hialurónico en los últimos años lo ha convertido en el producto más versátil de la medicina estética. Existen varias referencias de ácido hialurónico donde las características diferenciales son la densidad y la elasticidad del producto. Dependiendo de la zona a tratar y del resultado deseado eligiremos la mejor referencia en cada caso.

Dependiendo del área a tratar puede variar entre 15- 40 minutos.

Algo molesto en algunos pacientes ya que la tolerancia al dolor es personal. Sin embargo todos los ácidos hialurónicos contienen lidocaína, un anestésico que hace mucho más confortable el proceso de infiltración. Una vez realizado el procedimiento no queda molestia.

El ácido hialurónico nos da resultados inmediatos. En algunos procedimientos es necesario realizar dos tiempos por su complejidad y de este modo garantizar no solo un resultado óptimo sino también evitar inflamación, hematomas y acúmulos de material.

En términos generales los procedimientos suelen durar entre 9 meses y 2 años, sin embargo cabe destacar diferentes factores que intervienen en su caducidad:

• Estilo de vida: algunos hábitos disminuyen considerablemente la duración de los tratamientos como fumar, no beber agua, tomar el sol y el deporte de alta competición.
• El área de tratamiento: en el rostro podemos encontrar zonas fijas como la nariz y zonas móviles como los labios. La zonas con más movimiento tendrán una duración menor ya que hay un mayor desgaste del ácido hialurónico.
• Factores propios: la genética, enfermedades autoinmunes y algunos fármacos hacen que haya una reabsorción más temprana del ácido hialurónico.

Al año de haber realizado el procedimiento realizamos una revisión y dependiendo de la conservación del material volvemos a realizar el tratamiento.

Cabe destacar que con el paso del tiempo, se van espaciando las intervenciones ya que conservamos parte del resultado de infiltraciones anteriores. Por ello es preferible siempre hacer un mantenimiento del resultado de un tratamiento antes que volver a empezar de cero.

Todos los procedimientos que se hacen con ácido hialurónico pueden deshacerse. Sí, son reversibles ya que existe un antídoto que se llama hialuronidasa.

Se trata de una enzima que tenemos en nuestro cuerpo de forma natural que provoca la destrucción de ácido hialurónico contribuyendo al envejecimiento. Gracias a la hialuronidasa sintetizada en laboratorio podemos resolver complicaciones y deshacer resultados poco estéticos.

• Beber agua. El ácido hialurónico es una molécula cuya función es captar agua y su correcta hidratación es esencial para el mantenimiento del resultado
• Evitar fumar especialmente en la infiltración de labios y líneas peribucales
• No hacer deporte en 72 horas
• Evitar el sol durante la primera semana
• Utilizar SPF 50 y algún cosmético si hubiese salido algún pequeño hematoma.